En una democracia de
verdad la mayoría de edad de los ciudadanos se debería dar por hecho y la lucha
fundamental de cualquier política debería ir en el camino de garantizar la vida
digna al pueblo, pero ninguna de estas dos cosas ocurre en España: la moral
católica se instaura en el poder y pretende decirnos qué hacer con nuestros
cuerpos y no se lo vamos a permitir.
Podría mencionar
numerosos ejemplos pero el último de ellos es la reforma de la Ley de Interrupción
Voluntaria del Embarazo, realizada no por la ministra Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad sino por el ministro, un hombre, de Justicia. Una reforma
mucho más regresiva incluso que la ley de 1985 y que ha llegado a provocar
reacciones hasta fuera de nuestras fronteras contando únicamente con los apoyos
del fascista Front National de Francia y con los contundentes rechazos de los
colectivos feministas en este país.
El “derecho a la vida” del que hablan, ese falso “derecho
a la vida” es tan sólo el derecho a que gobierne la jerarquía eclesiástica. Los
grandes recortes en sanidad, en dependencia o la reforma laboral SÍ están
produciendo muertes en nuestro país pero es en contra de los derechos de las
mujeres a decidir sobre sí mismas contra el que se manifiestan los obispos.
Esa es la democracia en
la que vivimos, la que un día gobierna a golpe de los mercados y otro (a veces
es el mismo) gobierna a golpe de sotana y dogma, y por eso ahora se atreven a
criminalizar un derecho y convertir sus pecados en delitos. Pero que se prepare
este gobierno y esa derecha retrógada que sí que va a poder enviar al
extranjero a sus mujeres a abortar porque nosotras, las de abajo, no estamos a
dispuestas a ceder un ápice de nuestra dignidad.
¡ABORTO LIBRE Y GRATUITO!
Jorge García Izquierdo, Coordinador de Aleas Fuenlabrada.
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